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En la calle Taylor. Tengo que Radio Vamos. ¿A dónde me lleva? A la calle Taylor. Tengo que encontrar a mi marido. Lo buscaremos en cuanto averigüe si me está diciendo la verdad. Será demasiado tarde. El barco habrá zarpado. ¡Louise! ¿Qué ha pasado? ¿Lo ha encontrado? ¿Qué va a hacer ahora? Lo lamento. Volverá, está algo enfermo. No está en un barco sino emborrachándose Radio Radio en cualquier lugar. Volverá. Sólo tengo que esperar. ¡Louise! ¡Es un infierno! Me voy a Oakland con mi madre. Si no tiene a donde ir, aquí tiene la tarjeta de mi madre. La dirección está ahí, mamá siempre podrá encontrarle una habitación. ¿Qué ocurre? Un terremoto en San Francisco. No nos ha pillado por poco. La Marina pide que los barcos vayan en servicio de emergencia. ¿Muchos muertos? La ciudad sigue ardiendo, no lo pueden decir. Debe de haber miles. Nos largamos de allí justo a tiempo. ¿No va a volver? ¿Está usted loco? Tengo que volver a San Francisco? Nos dirigimos a Singapur. He de volver, mi esposa está allí. Le daré la oportunidad de volver a nado si no se calma. Mi mujer está allí, me necesita. ¡Llevaos a este hombre! Detenedle, no lo dejéis escapar. No pueden hacerme esto. ¡Calma! Llevadlo abajo. Está loco si cree que puede volver a nado. Habla Nueva York ¿Puede conseguirme línea con San Francisco? Tengo que hablar, mi hermana está allí. ¡Dios mío! Quizá esté muerta. Llamaré a unos amigos de Los Ángeles para que vayan allí. Norman, debo ir yo. No puedes hacer nada hasta que sepamos algo. No creo que debas ir hasta que tengamos noticias de Louise. Voy a ir. ¿Qué podrás hacer? Soy farmacéutico y necesitarán toda la ayuda posible. Siempre dije que Louise se metería en un lío con ese hombre. Dos a la casa siguiente, el resto seguidme. ¿Hay alguien ahí? ¿Hay alguien ahí? Vamos a dinamitar. ¡Salgan! Todo el mundo fuera. Mira ahí. Van a dinamitar todos los edificios de esta calle. Estoy esperando a mi marido. Volverá en cualquier momento. Sólo estamos media hora por delante del fuego Si viene y no estoy, no sabrá dónde encontrarme. Es indispensable que me quede. ¿Qué desea? Busco a la señora Gibbon. Ella me dijo que viniera aquí. Espere un momento. Usted dirá. ¿Es usted la madre de Flora? ¿En qué puedo servirla? Su hija me dijo que viniera aquí. Soy Louise Medlin. ¡Pase, señora Medlin! Ésta sí que es una sorpresa. Flora me ha hablado mucho de usted. Tendrá una gran alegría al verla. ¡Flora! Tu amiga de San Francisco está aquí. Ha sido terrible ese terremoto. Siempre le digo a Flora que prefiero Oakland. Será mejor que se siente. Parece agotada. Estoy bien. ¿Dónde está? ¡Louise! Me alegro mucho de verla. Nunca esperé que llegase hasta aquí. Vamos, chicas, marchaos. Es encantadora. Sí, pero está muy enferma. Será mejor llamar a un médico. ¡Frank! Almacén provisional Benson. He buscado por todas partes y seguimos sin rastro de ella. ¿Y los depósitos de cadáveres? ¿Ha mirado allí? Ya lo he hecho. Tiene que estar en alguna parte. Ya han pasado días. Si aún vive, estará sola con el corazón destrozado por ese hombre. Daremos con ella. Investigaremos cada contacto que haya tenido. Flora. ¿Cuánto tiempo llevo aquí? Seis días. ¿De verdad? Has estado enferma. El médico ha venido a verla todos los días. Hasta pensamos que iba a acabarse. ¿Quiere decir, morirme? Sí, eso es. Ahora ya está bien. Julia, ¿quién es? ¿Qué desean? Soy William Benson, ¿está aquí la señora Medlin? Sí. ¿Podemos verla? Pues claro que sí. Está arriba. Les enseñaré el camino. Ha estado muy enferma. Qué horrible ha sido ese terremoto. A la pobre le afectó mucho. Está mejorando día a día. Me alegro de que haya venido aquí, así hemos podido ayudarla. ¿Quieren esperar un momento? Flora, han venido a buscarla. Despierte, querida. Dos hombres han venido a verla, uno se llama Benson. ¿Dos hombres? Hágales entrar, por favor. Pasen, caballeros. Hola, papá. Él se marchó. Has sufrido mucho, ¿verdad? El mundo se me vino abajo al abandonarme Frank. Lo reconstruirán de nuevo. ¿Tú crees, papá? Ya se ha empezado. Ahora vendrás conmigo a casa, juntos veremos cómo haremos. No, no iré contigo, papá, me voy a quedar en San Francisco. Se ha destruido mi vida y tengo que reconstruirla con Frank. Más valdría que lo olvidaras. Sería como olvidar la felicidad que tuvimos juntos. Frank volverá algún día. Puedo esperar. Después de dos años, un gran pueblo construyó un nuevo San Francisco. La Ley Seca fue aprobada en Georgia. Jack Johnson era campeón mundial de los pesos pesados. Wilbur Wright hizo volar un aeroplano a pies del suelo. Y Tom Knivel hijo, empezaba a crecer. ¿Estás contento? ¡Dos años ya! ¡Cómo vuela el tiempo! Parece que fue ayer cuando la pobre Louise Radio A Louise las cosas le van muy bien. Claro que sí. Aunque yo prefiero mi hogar en lugar de los negocios. ¿Dónde está Tom? ¿No puede llegar a su casa a tiempo para la fiesta? Le habrán entretenido en el banco. Últimamente está muy atareado. Ya está aquí. ¡Hola a todo el mundo! Hola, querido. Siento llegar tarde. ¿Qué tal la fiesta? Los niños lo están pasando de maravilla. Te hemos estado esperando para cortar la tarta. Junior, ven aquí y saluda a tu padre. Hola, jovencito, ¿te diviertes? ¿Te monto a caballito? No, te estropeará el traje. Vamos, ve a jugar con tus amigos. No me había dado cuenta de que estrenabas un traje. ¡Qué elegante! Estás hecho un figurín últimamente. ¿No está guapo? Ahora soy presidente del banco y eso me obliga a vestirme mejor. Claro que sí. Deja de meterte con Tom. No sabía que fueras tan quisquilloso. Señora, Laura Watklns quiere verla. Dice que trabaja para Isabel Taylor. La sombrerera. Según ella es muy importante. ¡Que se vaya! No se molesta a la gente cuando está en una fiesta. Será por un sombrero que compré ayer. Que entre. No, te lo prohíbo. No vas a abandonar la fiesta de tu hijo porque una sombrerera Radio Radio venga aquí a venderte un sombrero. ¿Por qué te pones así? Esa no es forma de tratar a una Elliott, Tom. Hay que saber manejarlas. ¿Quería verme? Sí. Siéntese, por favor. Lo que tengo que decirle no es agradable, señora Knivel. Pero no me gusta que una dama se quede con la peor parte Radio Radio mientras que Isabel