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¡Qué pez tan bonito! Lo pesqué en el cabo Hatteras. ¿Qué es? Es de la familia del arenque. ¿Un arenque? ¿No es increíble cómo meten peces tan grandes en esos tarritos de cristal? En escabeche encogen bastante. ¿Champán? No me importaría. Bueno, todo por la escotilla, como decimos los lobos de mar. Bon voyage. ¡Y todas estas copas de plata! Trofeos. Ya sabes, tiro al plato, crianza de perros, waterpolo. ¿No es peligrosísimo eso del waterpolo? Vaya si lo es, ya se me han ahogado dos caballos. ¿Dónde está tu colección de conchas? Sí, claro. ¿Dónde la habrán puesto? Verás. los jueves, estoy algo perdido por aquí. ¿Y qué pasa los jueves? Es la noche libre de la tripulación. ¿Quieres decir que estamos solos? Completamente. Nunca he estado completamente sola con un hombre en plena noche, en medio del océano. Oh, estás perfectamente a salvo. Estamos anclados. Este barco está en perfectas perfecciones. Los guardacostas nos avisarán si aparece algún iceberg. No me preocupan los icebergs. Pero hay hombres que intentarían aprovecharse de una situación así. Me estás adulando. Pero tú seguro que eres un caballero. No es eso, es que soy. inofensivo. ¿Inofensivo? ¿Cómo? No sé cómo decirlo, pero es que tengo un problema con las chicas. ¿Qué problema? Que me dejan frío. ¿Quieres decir. como si fueras frígido? Bueno, es más bien un bloqueo mental. Cuando estoy con una chica, no me afecta lo más mínimo. ¿Lo has intentado? ¡Siempre lo estoy intentando! ¿Ves? Nada. ¿Nada de nada? Un completo desastre. Me hace sentir fatal. Pero querida, no es culpa tuya. De vez en cuando la Madre Naturaleza nos juega una mala pasada. y algo se nos estropea por dentro. ¿Es que no puedes enamorarte? Ya no. Una vez estuve enamorado, pero prefiero no hablar de ello. ¿Te apetece un poco de faisán frío? ¿Qué ocurrió? No quiero aburrirte. ¡Pero si eso es imposible! Bueno. Era mi primer año en Princeton. Conocí a una chica, se llamaba Nellie. Su padre era el vicepresidente de Hupmobile. Ella también llevaba gafas. Aquel verano fuimos al Gran Cañón de vacaciones. Estábamos en el risco más alto, mirando la puesta de sol, cuando, de repente, sentimos el impulso de darnos un beso. Yo me quité las gafas y ella se quitó las suyas. Yo di un paso hacia ella. y ella dio un paso hacia mí. Sí. Ocho horas más tarde, la subieron en mula. Le di tres transfusiones de sangre. Teníamos el mismo tipo, tipo O. Pero ya era demasiado tarde. ¡Qué historia más triste! Y desde entonces. nada, sin sentimientos. como si me inyectaran Novocaína en el corazón. Pobrecito. Pobrecito mío. Sí. Todo el dinero del mundo. ¿y para qué me sirve? ¿Salsa de menta o de arándanos? ¿Cómo puedes pensar en comer en un momento como éste? ¿Y qué más me queda? ¿Tan desesperado estás? Mi familia hizo todo lo que pudo. Contrató a las criadas francesas más guapas. Me trajeron una tutora especial que me leía libros prohibidos. Importaron a todo un grupo de bailarinas balinesas, con esos cascabeles en los tobillos y las uñas largas. Qué desperdicio de dinero. ¿Has probado alguna vez con chicas americanas? ¿Por qué? ¿Has sentido algo? Gracias de todos modos. Deberías ir a un médico, a un buen médico. Ya lo he hecho. Me pasé seis meses en Viena con el profesor Freud, tumbado. Y después fui a los hermanos Mayo. Inyecciones, hipnosis, baños minerales. Si no fuera tan cobarde, me suicidaría. ¡No digas eso! Debe de haber una chica en alguna parte que pueda. Si un día encontrara a una chica que pudiera, me casaría con ella enseguida. ¿Puedes hacerme un favor? Por supuesto, ¿de qué se trata? Yo no seré el Dr. Freud ni un Mayo, ni una de esas criadas francesas, pero. ¿me dejas que lo intente otra vez? Está bien, si insistes. ¿Has sentido algo? Me temo que no. Lo siento muchísimo. ¿Te apetece un poco más de champán? A lo mejor si pusiéramos algo de música. ¿Cómo se bajan estas luces? Mira, es muy amable de tu parte que quieras ayudarme, pero es inútil. Creo que el interruptor está por ahí. Eso es la radio. Es como llevar a un sordo a un concierto. No te estás dando la oportunidad. No te resistas. Relájate. Es como fumar sin tragarse el humo.
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